En los últimos años una gran multitud de empresas se han unido a la industria de la compensación del carbono. Esta industria consiste en calcular las emisiones y comprar los <<créditos>> de carbono equivalentes para <<cancelarlas>>.
En teoría, este tipo de acciones eliminan el carbono de la atmósfera financiando iniciativas como la tecnología renovable o la conservación de especies. Sin embargo, un informe de 2017 de la Comisión Europea descubrió que el 85% de los planes de compensación no se aplican según lo pactado.
Esta solución no conlleva un cambio de comportamiento del turista, por ello, los expertos en viajes sostenibles recomiendan reducir la huella de carbono siempre que sea posible y compensar el resto de emisiones con planes con la etiqueta Gold Standard.
Entonces, ¿cómo se puede reducir la huella de carbono en un viaje?
La huella de carbono en un viaje se puede reducir cuidando los pequeños detalles. Existen agencias de viajes especializadas en esta materia, como Balaena Travel, que organizan y comercializan productos turísticos respetuosos con el medio ambiente sin necesidad de compensar las emisiones. La compañía ofrece viajes donde el eje central de su oferta son actividades de turismo activo con un mínimo impacto al medio natural.
La elección correcta del destino también es de gran importancia para reducir la huella de carbono. Apostar por destinos nacionales es una de las bases del turismo sostenible. Los viajes de corta distancia, en la mayoría de los casos, emiten una menor cantidad de CO2.
Galicia es uno de los destinos favoritos de los ecoturistas a nivel nacional. Sus verdes bosques frondosos repletos de senderos que recorrer, sus caudalosos ríos, sus ejemplares montañas, sus bellos embalses y sus playas salvajes hacen de Galicia un destino único donde poder evadirse de la ajetreada vida de las ciudades.
En el caso de viajar internacionalmente se aconseja que cada viaje, cuente. Se deben escoger destinos que contribuyan a través del turismo al desarrollo local y mejora de su medio natural. Panamá es un gran ejemplo de destino sostenible. Actualmente es uno de los países “carbono negativo”, o en otras palabras, que absorbe más gases de efecto invernadero de los que emite. Sus paisajes únicos, sus océanos repletos de vida, su diversidad cultural y la gran oferta de actividades en el medio natural, consiguen atrapar al viajero al instante.
El turismo regenerativo ha llegado para quedarse. En los últimos años ha crecido la demanda de actividades que ayuden a regenerar, sobre todo, nuestro ecosistema, pero este tipo de turismo se puede extrapolar a otros ámbitos, como el cultural, conservando, por ejemplo, las tradiciones populares de un destino. En otras palabras, este tipo de turismo ayuda a revertir el impacto negativo que un turista convencional realiza en sus vacaciones.
Este es uno de los pasos más sencillos a seguir para disminuir las emisiones de carbono en tus viajes. Prioriza el uso del transporte público y el caminar para desplazarte de un lado a otro, deposita tus residuos en los contenedores adecuados y disminuye los productos de un solo uso. Todo lo que te aconsejas que realices para cuidar el medio ambiente en tu día a día, aplícalo en tus viajes, son las acciones más insignificantes las que logran que reduzcamos nuestras emisiones.
En Artabria Turismo queremos concienciar sobre la necesidad de pensar antes de actuar en nuestro día a día, y, sobre todo, en nuestros viajes. Recuerda que nunca vamos a lograr un viaje 0 emisiones, pero sí podemos encontrar un equilibrio, entre lo que contaminamos y lo que regeneramos.
